Todos lo tenemos claro en este
punto: unas relaciones públicas
excelentes no pasan por ser reactivas, sino todo lo contrario. Sin embargo,
sigo observando en el sector de las relaciones públicas en España cierto
anquilosamiento tecnológico y de modelo operativo para gestionar los problemas
de relaciones que se suscitan todos los días. Los practicantes de las
relaciones públicas en nuestro país creo que no tienen aún en su código
genético la operatividad de las tecnologías de la información y la comunicación
como una forma de gestionar los trabajos y los casos. Necesitamos un perfil de
profesional algo más emprendedor y eso compete de manera directa al mundo
educativo. Pero también a las consultorías, a las asociaciones de profesionales
y a los practicantes del sector: ¿cómo gestionan el conocimiento todos ellos?,
¿de qué manera apuestan por la investigación y el desarrollo?
Si bien en otros sectores observamos
cómo el binomio empresa/universidad tiene grandes recompensas metodológicas y
de herramientas de trabajo (energía, salud, telecomunicaciones, etc.), gracias
a la investigación conjunta y orientada a unos fines de generación de eficacia
operativa, en el mundo de la comunicación y de las relaciones públicas esto
apenas se percibe. La consecuencia más inmediata es la inexistencia, por
ejemplo, de patentes como resultado de investigaciones serias.
Entiendo que esas patentes deberían
proliferar sobre todo para provocar un cambio de gestión dentro de los
departamentos y de las consultorías de comunicación y relaciones públicas. Los nuevos
escenarios tecnológicos que se avecinan suponen un miedo al cambio dentro del
sector. Pero entiendo que los practicantes de las relaciones públicas debemos
saber influir en ese nuevo contexto que tenemos delante:
- Con las TIC tenemos que saber dar más poder de gestión a los clientes sobre los asuntos que estamos desarrollando para ellos.
- Con las TIC tenemos que saber dar más poder a los trabajadores de las consultorías y de los departamentos de comunicación y relaciones públicas. Un poder que redundará, bien gestionado, en una estructura fuerte y de gran utilidad de servicios al cliente.
- Y con las TIC tenemos que saber dar más poder a los públicos estratégicos, lo que nos permitirá saber mucho mejor sus necesidades y podrán ser potenciales altavoces de la gestión organizacional así como de los productos y servicios.
Hoy comienza la 16ª Edición Anual de la ConferenciaInternacional de Investigación en Relaciones Públicas en Miami (EEUU),
donde participaré con una comunicación sobre cómo crear una herramienta de
monitorización de las relaciones entre las organizaciones y sus públicos
estratégicos. Todo un reto que me ilusiona para compartir con vosotros.